La empresa rafaelina que brinda la plataforma y soporte a este humilde sitio de noticias lanzó su nuevo spot publicitario que sinceramente me llegó al corazón.

En general, quienes navegamos por la web o prendemos la tele al menos una vez al día, ya estamos acostumbrados a que las grandes marcas nos presenten clips publicitarios emocionantes o divertidos. Pero en este caso creo que hay un plus. La cercanía, la temática del spot, y lo que representa para las muchas pequeñas comunidades que alguien les asigne valor junto a sus pobladores.

Digo que realmente me emocionó porque soy una persona que nació en un pueblo, que vivió en un pueblo, conozco el campo, el aire libre, las humildes pero cálidas escuelas primarias de zonas rurales, la vida a trescientos metros de todo. Un bicho de ciudad diría que soy un viejo o que sufro de nostalgia, pero es otra frase la que me define, tengo memoria.

Rafaela misma es una ciudad con aire de pueblo diría yo, porque aún mantiene algunas actitudes de esas pequeñas colonias que aportaron, y aportan, masa crítica a esta urbe. Pero Rafaela aún sigue rodeada de muchas poblaciones pequeñas en crisis de lugareños, habitantes que conservan recuerdos y vivencias de otras épocas, todas historias que ya no quedan registradas en ningún lugar porque nadie se ocupa de eso, excepto este sitio online y algunos otros colegas desparramados. Será por falta de "Rating", será por desentendidos, será por todo eso? no lo se, pero lo que sí sé es que existen miles de pequeñas poblaciones que cobijan a inmigrantes y generaciones enteras de familias descendientes de otras épocas que podrían graficar muy claramente la vida y el pasado de muchos citadinos olvidadizos.

La historia de nuestros pueblos Argentinos tiene muchísimas cosas para contarnos, somo un país jóven que aún puede disfrutar las historias de los abuelos inmigrantes tan fresca como arraigante.

La cosa es que cuando uno escucha a una persona de 75 años contar que vivió la llegada del televisor (en blanco y negro claro está), la llegada del automóvil (el Ford A), la llegada del teléfono a disco y después el celular, la heladera a querosene, el helado y cuantas otras cosas más. Pensar en cómo se desarrollaba la vida en esos pueblos sin las tecnologías que nos rodean hoy en día, es realmente confuso y abrumador al mismo tiempo, pero interesante.

Sin más, recuerdo la historia contada por un abuelo que explicaba cómo, durante una cena pos-casamiento en el pueblo, debían coordinar el horario del postre para ir a Rafaela a buscar al Señor Poi, subir y cargar el helado en la "Estanciera", y volver justo a tiempo para que el maestro heladero haga los honores cortando una barra gigante de helado frío para servir. Todo esto sin teléfono, sin pavimento, y sin freezer. Inimaginable. 

Los tiempos pasan tan rápido que nuestra generación de pibes (35 pirulos) vió nacer, vivir y morir el casette, el CD, el DVD, el celular a botones, el falcon y el torino. Así que, como dice el nuevo spot publicitario de la gente de Medios.com.ar

Las personas, los lugares... tienen historias que contar

¿Cuantos lugares, cuantas personas, y cuántas historias habrá para contar?