Durante la tarde del jueves 16 de marzo, las dos ciudades que dependen en mayor medida de SanCor C.U.L. realizaron actos frente a sus respectivas plantas de procesamiento, tras las últimas noticias que hablan de un plan de ajuste por parte de la cooperativa láctea que pone en riesgo a mil empleados de todo el país en el corto plazo.

En la localidad cordobesa de Brinkmann se llevó a cabo un "abrazo simbólico" en los alrededores de las instalaciones que producen principalmente quesos y leche en polvo. El encuentro tuvo como objetivo demostrar la preocupación de la comunidad en general por un posible cierre de esa industria, teniendo en cuenta la buena cantidad de mano de obra local que ésta emplea allí desde 1943.

Al mismo tiempo, los trabajadores de la sede central de SanCor en Sunchales acudieron a la "oración" para evitar que el proceso de reestructuración de la cooperativa se convierta en una desgracia para sus economías y la de toda la cadena comercial de la región.  

Sin embargo, desde el gremio ATILRA afirman que la supuesta decisión de la empresa de despedir personal es infundada por los medios de comunicación, argumentando que en ningún momento se habló del tema en las distintas reuniones que vienen teniendo con funcionarios nacionales, provinciales y directivos de SanCor.   

Por el momento, los empleados de las plantas que han cesado su actividad son notificados y deben tomar licencias extraordinarias a la espera de novedades sobre su situación. Tal es el caso de los obreros en la localidad santafesina de Centeno, quienes temen perder sus puestos de trabajo en abril próximo.