La esperada baja del precio del combustible será sólo del 1% y 2%

El presidente de YPF, Horacio Marín, confirmó que a partir del 1 de octubre habrá una leve baja en los precios de los combustibles. La reducción será del 1% en las naftas y del 2% en el gasoil, lo que significa un pequeño ajuste en el surtidor de las estaciones de servicio de la compañía estatal.

Si bien la noticia ha sido bien recibida por muchos sectores, lo cierto es que esta disminución puede ser menos notoria de lo que parece, especialmente para los consumidores finales.

Un ajuste limitado tras cinco años sin rebajas

La última vez que YPF aplicó una baja en los precios fue en marzo de 2019, cuando la disminución fue del 3,2%. En ese momento, Argentina logró tener uno de los combustibles más baratos de la región.

No obstante, la reducción actual del 1% y 2% es más simbólica que de impacto real, sobre todo cuando se considera que el precio de los combustibles lleva más de cinco años sin presentar un descenso importante.

La expectativa ahora está puesta en si las demás petroleras del país —Axion, Shell, Raizen y Puma— seguirán el mismo camino que YPF.

¿Por qué no se siente tanto en el bolsillo?

Si bien la baja oficial en el precio de los combustibles es real, el impacto en el bolsillo del consumidor final será amortiguado por otros aumentos, como el de impuestos y la variación del tipo de cambio.

Marín explicó que aunque la baja en el precio desde la salida de las refinerías será más notoria (entre 4% y 5%), su efecto en los surtidores será menor. Esto se debe a los recientes aumentos autorizados por el Gobierno, sumados a otros costos estructurales del sector.

De hecho, uno de los puntos clave de este ajuste es que, con la caída de la cotización internacional del crudo Brent —que influye directamente en el precio de los combustibles—, la decisión de reducir los precios se vuelve viable.

Sin embargo, la misma lógica implica que, si el petróleo vuelve a subir, los precios del combustible también lo harán.

Un cambio de paradigma: precios más alineados al mercado global

YPF ha propuesto un nuevo enfoque en la fijación de precios. Marín señaló que la intención es que los precios de los combustibles en el país reflejen tanto el contexto internacional como los costos locales.

En sus palabras, "si el precio del petróleo a nivel internacional sube, en YPF vamos a subir los combustibles. Si baja, vamos a bajar los combustibles".

Esta idea sugiere un intento de normalizar la dinámica de precios del sector, algo que no se veía en Argentina desde hace más de dos décadas.

Esta alineación con el mercado internacional responde también a la caída de los precios del petróleo en los últimos meses. YPF argumenta que ha logrado mantener un equilibrio en los precios locales, lo que le permite ahora hacer ajustes en línea con las fluctuaciones del crudo Brent.

Este enfoque, común en muchas economías del mundo, busca evitar que los precios locales queden desfasados, algo que había ocurrido en Argentina entre 2015 y 2020, cuando los combustibles llegaron a ser más caros que en los mercados internacionales.

¿Qué opinan los expertos?

Aunque la baja ha sido vista con buenos ojos, algunos expertos del sector energético advierten que esta medida puede ser arriesgada.

Señalan que la reducción en el precio del crudo podría ser temporal, y que realizar un ajuste ahora podría generar dificultades si los precios vuelven a subir en el corto plazo.

Además, los impuestos al combustible y los costos operativos siguen presionando los precios hacia arriba, lo que podría provocar que esta baja sea compensada con aumentos futuros.

Una fuente del sector agregó que la reducción actual es solo un alivio parcial, dado que los aumentos sostenidos del impuesto al combustible y el tipo de cambio siguen influyendo en el costo final que pagan los consumidores.

En este contexto, ajustar los precios exclusivamente en función de la cotización del crudo implicará subas cuando los valores internacionales vuelvan a elevarse.