Maribel Bataglini, la mujer rescatada de un pozo

Transcurría con tranquilidad pueblerina la tarde del domingo en Ataliva cuando un llamado telefónico efectuado por vecinos alertó a la guardia de la Sub Comisaría N* 2 dando cuenta de un accidente doméstico ocurrido en una vivienda donde se decía que una mujer mayor de edad había caído dentro de un pozo.

Región 22 de abril de 2014 Domingo Abel Bongianino

Con la premura del caso el Sub oficial mayor Luis Ramón Slai que es sub Jefe de la dependencia policial juntamente con el Sub Oficial Gerardo Matías Acevedo se constituyeron en el lugar constatando que en la galería trasera de la casa se había hundido el piso de mosaicos mostrando un profundo pozo cayendo en el, la señora Maribel Bataglini de Clemente de 80 años de edad. En virtud de la situación y ante el inminente peligro que corría la vida de la señora es que el Sub Oficial Luis Slai descendió tomado de una soga para auxiliarla y luego con ayuda de los bomberos, de la comuna y con asistencia médica pudo ser rescatada y derivarla a un nosocomio de Sunchales para su recuperación…

Retornada a su domicilio, entrevistamos a Maribel, que nos contó como sucedió el accidente.

"Yo caminaba por el lugar cuando imprevistamente se hundió el piso y me  caí a una profundidad de 6 a 7 metros, me sostuve con las manos, las piernas y la espalda apoyadas en las paredes, cuando miré hacia arriba vi alto el agujero  y comencé a pedir auxilio porque me di cuenta que sola no salía. Por suerte un vecino hoyó mis gritos, con otras personas llegaron y al observar mi situación llamaron a la policía, bomberos y a la comuna. Mientras los auxilios arribaban sentí que me iba a morir porque se me acababan las fuerzas para sostenerme y ya tenía el agua mojándome los pies. El Sub Oficial Slai se bajo sostenido por una soga  afirmándose en las paredes del pozo y me hizo sentar en su falda para que yo descansara, yo le decía al Oficial, Hay Señor se va a morir usted, yo soy mas grande y no importa  pero usted que es joven suba, y el me respondió "Acá no se muere nadie, tenga un poco de paciencia que ya nos rescatarán". Tuve paciencia aunque ya no daba más, no tenía mas fuerza porque había gritado mucho ya que  nadie me escuchaba  porque estaba muy abajo. Fue un accidente con mucha suerte, soy creyente y Dios me ayudó mucho porque cuando estaba abajo caían cascotes y pedazos de ladrillos del brocal que se estaba desmoronando, me lastimaron la cabeza y tengo la espalda como si los gatos me hubiesen arañado por el deslizamiento, en seguida no sentí dolor pero tengo golpes, moretones y lastimaduras en todo el cuerpo. Cuando me sacaron, me subieron a una ambulancia y me llevaron a Sunchales  con lipotimia,

Me lavaron, me hicieron placas comprobando que  no hubo quebraduras y comenzaron a curarme. Hoy ya me siento bastante bien pero algún dolor todavía  me queda, me quedaron hematomas y lastimaduras  que ya se irán. Con mi marido no sabíamos de la existencia de ese pozo porque es una casa antigua  y seguramente antes que nosotros llegáramos lo taparon con una losa y mosaicos  y estos cedieron cuando pisé, presumo que era un viejo aljibe para juntar agua y con el paso de los años cedió justo cuando pase yó.

Esta historia con su dramatismo tuvo un final muy feliz y quiero agradecer a todos los que me ayudaron, a la Policia, Bomberos, Comuna, el médico, los vecinos y especialmente al Sub Oficial Luis Slai que estuvo conmigo más de media hora en el agua y el barro alentándome. Al Doctor Ghigi Sager, a mi vecina Sra Gomez y familia, a todos los que colaboraron. A la comunidad de Ataliva en general por todos los mensajes y preocupaciones."

Esta es una historia para contarla en el futuro recordando que la solidaridad, el coraje y la valentía ayudaron para que sea un final muy feliz.

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