A una semana de que fuera decretado el aislamiento preventivo, total y obligatorio la gente comienza a pensar cuáles serán los nuevos modos de organizar su vida.

Más allá de si van o no van a trabajar o si lo hacen desde sus domicilios, son miles las tareas que la población realiza a diario y que se vieron alteradas desde el pasado viernes 20 de marzo cuando el Presidente Alberto Fernández decretó la cuarentena por el coronavirus.

La complejidad del caso requirió la acción casi inmediata del Estado en todos sus estamentos: nacional, provincial y local. En todo el país.

A esta pandemia, como venimos observando, se le hace frente con la coordinación del Estado y la colaboración de la población. Por eso es vital (nunca mejor dicho) acatar el pedido de aislamiento y permanecer en los hogares. O, si las circunstancias personales no lo permiten, evitar la circulación innecesaria para no favorecer la propagación del covid-19.

Pero sucede que en nuestro país no sólo estamos al pendiente de qué ocurre con el coronavirus. También nos preocupa qué tan controlada está la propagación del Aedes Aegypti. Y, ahora aplicado a este caso, decimos que al dengue se le hace frente con la coordinación del Estado y la colaboración de la población.

A diferencia del coronavirus que se propaga por la transmisión de un infectado a otro, el dengue prolifera si nuestro entorno favorece el nacimiento del Aedes Aegypti, el mosquito transmisor de la enfermedad. Y este, ya lo sabemos, se desarrolla cuando tenemos nuestro patio abandonado sin cortar el césped o con recipientes acumulando agua estancada, por ejemplo.

Como ahora pasamos tiempo en casa podemos aprovechar a hacer limpieza de patio, así colaboramos con que no se desarrolle el dengue. A su vez, por lo menos en Rafaela, cuadrillas de la Municipalidad en conjunto con personal de la Nación se encontraban, la semana pasada, realizando tareas de fumigación en toda la ciudad.

Pero hay una acción que es fundamental para la prevención del dengue y que no se está llevando a cabo: el desmalezamiento de los lotes que se encuentran sin edificar. Y esto es algo que está ocurriendo en diferentes localidades de nuestra región.

Las imágenes que acompañan la nota fueron enviadas a nuestra redacción y pertenecen a la localidad de Susana.

Sucede que la tarea de desmalezamiento corresponde que la realicen los loteadores o su respectivo dueño, no las comunas o municipios. Pero la crisis sanitaria que estamos atravesando hoy en nuestro país requiere que todos guardemos aislamiento y permanezcamos en nuestros hogares para evitar el contagio masivo de coronavirus.  

¿Sería contradecir el aislamiento pedirle a los loteadores que igualmente vayan cortar el césped? ¿Excede a la responsabilidad de los municipios y comunas o deberían en esta situación particular hacerse cargo del desmalezamiento los estados locales?

En una situación normal resultaría inapropiado que los estados locales se hagan cargo de la limpieza de los lotes. Después de todo, no está nada bien que se utilice el dinero que uno paga de impuestos para mantener propiedades privadas.

¿Sobre quién debemos depositar la responsabilidad entonces? Visto como parte integral de una política de sanidad ¿no debería ser el estado quien vele porque esos espacios no se conviertan en criaderos de mosquitos y se propague el dengue?

Esto no quiere decir necesariamente que el estado destine recursos (económicos y humanos) para el desmalezamiento de esos terrenos.

Una opción  también válida podría ser que se permita a los loteadores ir a realizar el desmalezamiento sin ser aprehendidos por incumplir el aislamiento obligatorio. Así como algunas personas por su trabajo siguen saliendo de sus hogares, de igual manera se podría permitir que vayan a desmalezar los terrenos. También estarían colaborando con la salud de toda la población, al igual que cuando respetan la cuarentena.

El punto que queremos señalar es que alguna solución se le debe encontrar. Y esta solución forma parte de una política de sanidad que no sólo se concentre en prevenir la propagación del coronavirus, sino que también vele por lo que ocurre con el dengue.

No estamos diciendo que no se esté haciendo nada en torno a la prevención del dengue, sino que esto que señalamos es un punto a observar para dar resolución. Siempre comprendiendo que estamos en una situación de emergencia sanitaria y que, en estas situaciones, hay planificaciones previas pero también se va planificando sobre la marcha, de acuerdo a cómo se suceden los hechos y cuán efectivas son las medidas tomadas.

Por estos días, tanto el Estado como la población vienen dando sobradas muestras de responsabilidad ante la situación que estamos atravesando a nivel global. Esa es la senda por la que debemos continuar, siempre buscando mejorar. Desde ese lugar es que nos hacemos eco de los reclamos que nos llegaron a Región Oeste en relación al estado de los lotes en diferentes localidades.