La siembra directa ya suma al cultivo de arroz

Las dos primeras jornadas del entrenamiento Admite Arroz llevado a cabo en la Estación Experimental INTA de Concepción del Uruguay, en Entre Ríos, tuvieron como uno de los ejes principales la tecnología que ya está revolucionando al cultivo. 
La siembra directa es muy importante para el arroz ya que permite ahorrar un 20 % en los costos. Sin embargo, apenas se realiza en un 15 % de la superficie. Ya se dispone de variedades que permiten liberar el agua del lote antes, de modo de llegar a la cosecha con el suelo seco, lo que hace posible cosechar sin dejar huellas y volver a sembrar sin realizar laboreos. 
“La siembra directa no es una práctica que alcance a todos los productores porque les falta información”, adelantó Hernán Ferrari, técnico del INTA Concepción del Uruguay. “No se animan porque piensan que al liberar el lote temprano, los factores de amplitud térmica van a generar el partido del arroz. Pero lo que deben tener en cuenta es que con las nuevas variedades esto no ocurre”, aclaró. 
Gustavo Abascal, a cargo del módulo de laboreo, sostuvo que lograr la siembra en tiempo y forma y luego un riego correcto son las bases para el éxito del cultivo. “La siembra directa ayuda sustancialmente a bajar los costos, especialmente el del gasoil”, dijo. 
Para Abascal es fundamental el drenaje y luego el barbecho químico. Lo más difícil es manejar el rastrojo. En todos los casos, el objetivo es lograr altos rendimientos, sobre todo en momentos de bajos precios del producto. En la costa del Río Corrientes hay campos con más de 70 años de arroz sobre arroz. Son zonas en las que no hay alternativas. 
“Se pierden entre 80 y 90 kg/ha de potencial de rinde por día de atraso en la siembra. En suelos pobres, las pérdidas se incrementan”, acotó. 
Detrás de la siembra directa ya se han encolumnado todas las tecnologías: se trabaja con las sembradoras para que copien las taipas y puedan sembrar siempre a la misma profundidad. Hay sembradoras con cuchillas corta rastrojos que trabajan sobre un paralelogramo con cuchillas flotantes que evitan el choque sobre las taipas. 
El otro punto es llegar con un bajo volumen de rastrojo. Ensayos realizados por INTA y la Universidad Nacional del Noreste indican que usando trituradores y esparcidores de rastrojo en la cosechadora e incorporando fertilizantes nitrogenados, éstos se degradan, permitiendo llegar con un volumen aceptable. 
La reducción de costos también impacta en la cantidad de semilla utilizada. En siembra convencional, la densidad es de 120 a 160 Kg/ha. En directa, con máquinas debidamente reguladas, se pueden usar 60 a 80 kg/ha y obtener los mismos rendimientos. 
Hasta la agricultura de precisión puede sumarse a los sistemas de producción arrocera si se siembra en directa. Para utilizar las herramientas de precisión, hoy es necesario un monitor de rendimiento con segregación de lotes y en arroz no es fácil de conseguir. “La cosechadora, en el sistema convencional, no tiene un ritmo continuo, muchas veces debe frenar y retroceder, lo que impide la realización de un mapa de rendimientos. Al no obtener estos datos, resulta imposible avanzar con los demás implementos de agricultura de precisión. Sin embargo, en sistemas de siembra directa, la cosechadora va a poder trabajar en forma constante y de ese modo elaborar el mapeo que hace falta para avanzar en el uso de las herramientas de precisión”, explicó Ferrari, a cargo del módulo de cosecha que comienza mañana, junto al de embolsado, y se extiende hasta el viernes en Admite Arroz, el entrenamiento que organiza Ferias y Exposiciones Argentinas S.A. en Concepción del Uruguay. 

Fuente: Prensa SAVIA Comunicación