Existen numerosas causas que pueden derivar en
fallas reproductivas. El primer paso consiste en reconocer el problema y
realizar un exhaustivo diagnóstico de situación que permitirá tomar las medidas
adecuadas y necesarias.
Las
fallas reproductivas impactan en la
productividad y la rentabilidad porque el sistema contará con menos cerdos para
vender. A su vez, las madres generan una improductividad ya sea por tener
camadas menos numerosas, como por aumentar el intervalo entre partos.
Múltiples causas
Las
fallas se pueden producen por anestros (ausencia de celos), repeticiones de
celos, abortos, problemas de impacto estacional, ya sea altas temperaturas y la
infertilidad estacional del otoño.
Las
repeticiones de celo pueden presentarse a los 11 a 17 días post cubrición,
siendo estas repeticiones tempranas. Pueden deberse a fallos en la detección de
celo, cubriciones tardías, situaciones de stress, obesidad y micotoxicosis. Las
repeticiones medias o tardías pueden obedecer a fallos en la fecundación por
baja calidad de monta o servicio, sobre o sub alimentación y la entrada al
otoño por el fotoperíodo negativo (acortamiento de los días).
Las
repeticiones irregulares responden a muerte embrionaria que puede darse por
fallos en la implantación, enfermedades infecciosas, altas temperaturas
ambientales.
Más
avanzada la gestación, pueden presentarse abortos, que también responden a
múltiples causas: enfermedades bacterianas o virales, y de manejo: altas
temperaturas, stress, peleas entre las cerdas, deficiente involución uterina y
micotoxicosis.
Efectos estacionales
Controladas
las condiciones sanitarias y de manejo, la mayoría de las fallas reproductivas
se deberán a causas estacionales: altas temperaturas y efecto del otoño.
Las
altas temperaturas llevan a una reducción en el consumo de alimento empeorando
la condición corporal. Se produce una alteración en las hormonas reproductivas
y disminuye la calidad espermática y la líbido en el macho.
El
efecto del otoño produce una reducción en la actividad ovárica
Medidas a tomar
Como
primer medida reconocer la situación. Detectar las fallas en el sistema e
identificar las causas. Para ello es fundamental contar con registros con toda
la información de las hembras.
Recorrer
y visitar las instalaciones periódicamente, sobre todo en los momentos claves
de la realización de tareas.
Para
contrarrestar el efecto ambiental es importante proveer sombra adecuada en el
caso de los sistemas a campo o semiintensivos, y en las producciones confinadas
asegurar una correcta ventilación y confort.
En
los casos de anestro debe asegurarse una correcta detección de celo, y si el
problema persiste realizar terapia hormonal para estimular la actividad
ovárica. Estimular correctamente a la hembra con la presencia del macho
idealmente dos veces por día.
Otro
aspecto importante es la adecuada selección de las hembras de reposición.
Someterlas a un plan sanitario completo y respetar los criterios de cubrición
de peso, edad y ciclicidad.
Con
respecto a los machos, el 50% debe estar en el pico de su productividad, que se
alcanza entre los 12 y 24 meses de edad. Para ellos también se aplica un
adecuado plan sanitario.
Manejo e instalaciones
Los
alimentos, las materias primas que componen la dieta, deben ser analizados y
conservados en condiciones óptimas para evitar su deterioro y presencia de
micotoxinas. Deben respetarse las normas de higiene y bioseguridad, y mantener
a los animales en condiciones de confort y bienestar.