Claves para el manejo de los nuevos sorgos forrajeros.

Como todo cultivo forrajero, el avance en genética debe estar acompañado por un óptimo manejo para obtener el máximo potencial en la producción de leche y carne.

Argentina21 de diciembre de 2012 Florencia Godoy

Le consultamos al Ingeniero Eugenio Pérez Panera* sobre las consideraciones a tener en cuenta en el manejo del sorgo forrajero, un recurso que viene ganando importancia gracias a los avances genéticos que se traducen en una mejor calidad nutricional.


“El sorgo forrajero viene transformándose en un verdeo de verano con mayores ventajas año a año gracias a los numerosos avances en genética de la mano de incorporación de sorgos BMR o aumento de azúcares solubles, obteniendo materiales de cada vez mejor calidad o los fotosensitivos que evitan la rápida inducción a floración facilitando el manejo,” destacó el especialista.


Sin embargo, mayor potencial productivo debe estar acompañado por un manejo adecuado para lograr la máxima eficiencia del cultivo: “Uno de los puntos más importantes es el inicio del primer pastoreo, en este caso cuanto antes pueda entrarse, mejor, ya que si se demora el primer pastoreo las últimas parcelas estarán pasadas al momento del ingreso de los animales.” Tradicionalmente, la recomendación es no pastorear los sorgos con menos de 70 cm de altura, por el riesgo de toxicidad. Al respecto el consultado respondió “La realidad es que con los sorgos forrajeros es raro que sucedan problemas de toxicidad y menos aún en el primer pastoreo. Así que si las plantas no se arrancan y hay piso si se puede empezar a comer con 40 o 50 cm de altura.” En cuanto a la toxicidad durante el rebrote, Pérez Panera aclaró que los materiales forrajeros no presentan mayor problema ya que el mejoramiento genético apuntó a mejorar este tema. “De hecho algunos técnicos están recomendando pastoreos continuos de sorgo, comiendo constantemente los rebrotes”, agregó, y aclaró que donde hay que tener mucho cuidado es en los casos en los que se destina a pastoreo algún sorgo de tipo granífero o un híbrido silero ya que, éstos sí presentan alto riesgo de toxicidad en los rebrotes o luego de algún fenómeno que corte su desarrollo y posterior arranque, como ser sequía o granizo.


El sorgo se caracteriza por su alta tasa de crecimiento, razón por la cual es probable que con abundante humedad y elevadas temperaturas algunas parcelas “se pasen” y encañen. Ante esta situación, el Ingeniero recomendó “En este caso aconsejo seguir la vuelta de pastoreo sobre las parcelas que no se pasaron, y a las que se encañaron dejarlas como diferido o destinarlas a otra categoría que no se vea afectada por consumir forraje de menor calidad.” Y finalizó enfatizando: “El peor error sería tratar de comerse todo con la consecuencia que todas las parcelas encañen.”


*El Ing. Agrónomo Pérez Panera es asesor en GENTOS
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