El microchip que fué patentado consta de un fluido inyectable en el ojo con la capacidad de solidificación, el acople en el cristalino del globo ocular junto a los sensores, batería recargable por ondas inalámbricas, almacenamiento y otros electrónicos incluidos. La comunicación con el smartphone u otro sería a través de ondas de radio. El dispositivo está ideado para mejorar la visión y no es la primera vez que Google intenta incursionar con nuestros ojos. Anteriormente en 2014, la empresa patentó otro sistema de lentes inteligentes, aunque en esta vez el procedimiento incluiría a una intervención quirúrgica.

Un equipo de paleontólogos liderados por el investigador del CONICET Martín Hechenleitner descubrió dos nuevas especies de dinosaurios titanosaurios en la Quebrada de Santo Domingo, una zona de la precordillera ubicada en La Rioja