“Ya pasó una vez y hasta mató a animales, no los dejan comer. Día y noche no los dejan en paz. Aquella vez vinieron a fumigar y ahí los animales se recuperaron un poco”, digo Magalí, vecina de la zona de Pozo de la Olla.
La mujer, que vive en la zona y cría animales, contó que la única forma de ahuyentar los mosquitos es hacer humo en la tarde para que puedan estar bien en la noche, pero hacer fuego se complicó en estos últimos días por las lluvias.
El mismo problema fue detectado en los parajes Los Eucaliptos y La Rinconada, todos cercano a los bañados del área de la laguna Mar Chiquita.
“Vivo con mis padres, nos dedicamos a la cría de ovejas, cabras, vacas y caballos. Es lo que tenemos y toda la zona vive de los animales que cada uno cuida. Solo pedimos que vengan a fumigar para que no se nos mueran los animales”, dijo la mujer.
En 2019 ocurrió el mismo problema en la zona y provocó grandes pérdidas a los productores rurales de la zona. En ese momento, el problema nació a raíz de los excesos hídricos que provienen del agua que baja de las inundaciones en Santiago del Estero, a través del Río Dulce.
Eso elevó la población de mosquitos que se alimentan de la sangre del ganado y provocaron incluso muertes de animales, en la zona de La Rinconada (departamento Río Seco) y territorios aledaños.
Fuente: La Voz
